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martes, 14 de abril de 2015

Hombre de Dios

Teniendo un acercamiento a la vida del P. Jaime Rodríguez SDB, en el libro  "La razón de su vida", se puede destacar un itinerario de configuración con Dios, que con su labor educativa, espiritual y pastoral permite vislumbrar la figura de Dios. Asimismo se convierte en una motivación para muchos seminaristas y sacerdotes y un modelo de vida por su trabajo incansable.
Haciendo la lectura de la vida del P. Jaime y teniendo un acercamiento al Capítulo 21 de las Constituciones Salesianas que reza de la siguiente manera: “El Señor nos ha dado a Don Bosco como padre y maestro. Lo estudiamos e imitamos admirando en él una espléndida armonía entre naturaleza y gracia. Profundamente humano y rico en las virtudes de su pueblo, estaba abierto a las realidades terrenas; profundamente hombre de Dios y lleno de los dones del Espíritu Santo, vivía como si viera al Invisible. Ambos aspectos se fusionaron en un proyecto de vida fuertemente unitario: el servicio a los jóvenes. Lo realizó con firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso: No dio paso, ni pronunció palabra, ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron las almas”, se puede decir que en el P. Jaime Rodríguez se puede observar estos mismos aspectos, un hombre profundamente humano, que entregó su vida en la labor apostólica en buscar para los jóvenes una casa, patio, escuela, parroquia, es decir, un lugar de encuentro donde la familiaridad, el afecto y el amor sea el centro de encuentro. También es un hombre de Dios, porque su vida se convirtió talmente en oración, todo lo que hacía era oración. 
Su vida se convierte en un sentimiento de una comunidad que unidos entorno a Cristo, quieren hacer de este mundo de hoy un mundo de oportunidades, donde entorno a Jesús se pueda vislumbrar nuevas oportunidades. El P.Jaime sigue brillando y viviendo en nuestros corazones, en el ideal de cada persona y de aquellos que queremos ser sacerdotes al estilo de Don Bosco. Gracias P. Jaime y a la Fundación que lleva su nombre, porque con su labor apostólica sigue mostrando el rostro de Cristo y de Don Bosco que en estas nuevas generaciones es posible, un estilo de espiritualidad.  Diácono Óscar José Holguín SDB., Inspectoría San Luis Beltrán, Colombia.

La grandeza de cincuenta años

Dediqué el día para responder y agradecer a todos los que  saludaron  por el aniversario de mi ordenación sacerdotal el 03 de abril. Su correo electrónico venía acompañado por una hermosa  tarjeta de Jesús sacerdote con  un pensamiento muy profundo  del inolvidable Padre Jaime también sobre el sacerdocio. Finaliza: "La única grandeza es poder servir en el nombre del Señor". Voy a utilizar esta afirmación en la Misa de mis 50 años de sacerdocio el  próximo 24 (aunque mi fecha de  ordenación fue el 3 de abril de 1965, por  gracia de Dios en Jerusalén). Continúo contando  con sus oraciones. Oro también por  la  Fundación Padre Jaime y sus miembros. Un abrazo grande. P. Alcides Pinto Da Silva, SDB,  Brasil.