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jueves, 18 de febrero de 2016

La fe como experiencia de vida

Sobre el texto del P. Jaime, ("Cristo Jesús en mis Semanas Santas en Agua de Dios") ya lo había leído hace algunos años, la nueva lectura la resumo en la expresión: ¿Quid est veritas?, est vir qui adest. 

La homilética fue un arte que el P. Jaime supo emplear para traducir al lenguaje popular y llano, su experiencia académica y de fe. El amor profundo por la comunidad cristiana de Agua de Dios hacen de sus reflexiones teológico-bíblicas una indagación por la existencia misma del ser humano en relación de alteridad con Dios que en ciertas circunstancias pareciera presentarse como incomprensible pero que en realidad grita en la experiencia de vida y fe del creyente que descubre y hace evidente la revelación divina tal como el P. Jaime lo hizo en su experiencia de alteridad con las gentes de Agua de Dios.

Esta recopilación también evidencia el crecimiento y adaptabilidad del P. Jaime con el paso de los años y el deseo de predicación novedosa al tiempo de estar en la esencia misma del mensaje. Diácono Ramiro Hernández SDB, beneficiario de la Fundación Padre Jaime, Inspectoría San Pedro Claver. 

Sigue siendo apóstol entre nosotros

“Cristo Jesús... en mis Semanas Santas en Agua de Dios”. Estos sermones de Semana Santa, predicados por el Padre Jaime en Agua de Dios, son un testimonio vivo del apostolado que realizó y aún realiza entre nosotros nuestro sacerdote.

En estos mensajes, que a la misma vez son otro evangelio de testimonio de vida espiritual, se ve al Espíritu Santo actuando en un hombre que se apasiona por los jóvenes y por los creyentes y no creyentes, por toda la humanidad representada en la gente de Agua de Dios a quienes regala estas homilías. Como buen pastor y con mucho amor camina en medio de su rebaño hacia Cristo. En una de sus homilías describe a este buen pastor: “Jesús había prometido ‘a mis ovejas yo les doy vida eterna y no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mi mano’. Cuánta necesidad tenemos de que nos coja de la mano, nos acune en sus brazos, nos estreche contra su corazón. Necesitamos de la conducción de ese pastor, en el caos doctrinal que tenemos hoy en día, en la prepotencia de los medios de comunicación, en la burla a la persona adorable de Jesús... Jesús ha tenido lástima de nosotros, es el Buen Pastor”. Y así fue este gran sacerdote: un buen pastor. Saín Freddy Zenteno SDB. Seminarista beneficiario de la Fundación Padre Jaime, Inspectoría Nuestra Señora de Copacabana.

Cristo Jesús entiende mi dolor

Cristo Resucitado
C. de F.Sodálite Nuestra Señora deGuadalupe.
San Bartolo, Lima, Perú
En diciembre el buen Dios me permitió conocer y hacer memoria viva esas experiencias del Padre Jaime y hago mías sus palabras plasmadas en su escrito “Cristo Jesús, en mis Semanas Santas en Agua de Dios” que dice: “Es allá en Agua de Dios donde me he sentido más intensamente sacerdote, y lo considero un don que el Señor me ha concedido”, y es muy cierto el buen Dios me concedió estar no en Semana Santa sino en la Natividad  del Señor, cuando compartía mi experiencia en especial con las veredas de la Esmeralda y Agua Fría, venían a mi mente esos fragmentos narrados en el libro del Padre Jaime de esas personas llenas de Dios, si bien no pude vivenciar esa Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, pero sí preparar esos corazones para ese gran acontecimiento del nacimiento del Salvador.

Lo que me sorprendió del texto fue mostrar bajo esas sabias y profundas reflexiones del Padre Jaime a ese Dios muy humano muy encarnado, una visión antropológica muy profunda, y es así que se logra entender a un Dios que camina con nosotros y atraviesa por los dolores y los sufrimientos humanos, y viviendo y experimentando con lindas personas tan sencillas y llenas de Dios, uno se da cuenta porqué gustaban tanto las reflexiones del Padre Jaime, pues les mostraba a ese Jesús humano encarnado que sabe y entiende del dolor ajeno, por lo pasan sus hijos, pues Él mismo lo experimentó.

Es interesante ese conocimiento muy progresivo in crecendo, de las reflexiones del Padre Jaime (metodología que pude hacer con las familias en las charla de la novena), que no se queda en el sufrimiento y reconocimiento del pecado, sino que hay una Pascua siempre, una gran alegría porque el Señor resucita,  y que su amor se renueva siempre, que no se queda en la cruz ni en el calvario ni mucho menos en una tumba, sino que resucita y vence a la muerte al mal. Eso me permitió a mí también hacer ese camino con dichas personas de Agua de Dios, y me permitió con la ayuda del santo Espíritu, ir preparando eso corazones para el acontecimiento de la Navidad.

Ahora inicio este año 2016 lleno de la gracia de Dios y apoyando en la Parroquia Niño Jesús del 20 de Julio, en la parte de consejería espiritual una experiencia muy gratificante y muy hermosa, no he de negar que en ocasiones uso algunas de  las reflexiones del padre sobre todo esas páginas muy bellas de “Lo que dice...¿Qué digo de Jesús?", páginas cargadas de humanidad y esperanza y de gratitud. Diácono Saúl Quispe Caballero SDB, beneficiario de la Fundación Padre Jaime, Inspectoría Santa Rosa de Lima.