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martes, 5 de marzo de 2024

Carta para un sacerdote misionero

Estimada Rosemary, la paz de Jesús esté con usted.  ¡Que alegría de poder saludarle después de unos años que pasan volando! Espero que se encuentre bien. Disculpará que recién doy la respuesta de su correo y la carta de Luz Marina Rodríguez. 

Le agradezco mucho a usted y todos de la Fundación Padre Jaime que siguen rezando y apoyando espiritualmente a nosotros desde el  seminario mayor en el Teologado de Bogotá hasta ahora. Siempre es un apoyo moral y espiritual donde siento esa fuerza que me empuja a "remar hacia adentro" en esta misión que Dios me ha confiado.

Le cuento  que desde mi ordenación sacerdotal en 2015 hasta ahora sigo en la comunidad misionera interinspectorial "Beato Ceferino Namuncurá" Wasakentsa que se encuentra en Provincia Morona Santiago, en la selva amazónica ecuatoriana, en la frontera con Perú. Estamos trabajando con el Pueblo Achuar en donde aún estamos en la Primera Evangelización. Estamos trabajando en 5 obras o ambientes, son como: Parroquia, Colegio, Residencia, Oratorio y Centro de Apoyo Universidad Politécnica Salesiana. Pues, sigo contando con sus oraciones en este servicio que estamos dando en este Pueblo Achuar. 

Entonces, bueno Rosemary, gracias por la carta de Luz Marina, oraciones y esos buenos deseos. Seguimos en contacto y pido a Dios para que le siga bendiciendo a usted, le dé la salud que necesita y le acompañe siempre junto con todos que hacen parte de la Fundación Padre Jaime.  Un fuerte abrazo y bendiciones.   P. Agustinus Togo, sdb, beneficiario de la Fundación Padre Jaime, Morona, Santiago, Ecuador.

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