Estimada doña Rosemary León. Fundación Padre Jaime. Además de saludarla, y a través suyo a los integrantes de la Fundación Padre Jaime, quería expresarles mi agradecimento por la gentileza que han tenido para conmigo. Dios se los pague y los bendiga. No solo han causado alegría en mi persona y la de muchos de mis amigos dentro y fuera de Costa Rica, sino también que es un aliciente en mi caminar como sacerdote y como historiador.
También quería felicitarlos por el simposio, es un gran servicio a la comunión sacerdotal y motivación para las nuevas vocaciones. Visibilizar la tarea de muchos de nosotros, es valorar y agradecer a Dios y a la Iglesia las semillas de su Reino que están entre nosotros, en medio de un mundo que muchas veces no las quiere ver, pero que siguen dando frutos salvíficos en bien de la humanidad.
Renovando mi agradecimiento, me despido, P. Manuel Benavides Barquero, Costa Rica.
