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viernes, 23 de diciembre de 2011

AUGURIO NAVIDEÑO

VILLANCICO

“Geranico divino,
flor de montaña,
de vívidos colores
de oro y plata,
Tú llenas de perfume
nuestras cabañas.

Nube blanca de copos
hechos de estrellas
para besarte se alzan
las palmas bellas,
las aguas te retratan
entre las peñas.

Aurora de diamantes,
diáfana y pura,
ocaso de arreboles,
luz y hermosura,
cenit de las grandezas
de sol y luna,

pregonero de dichas
y de ilusiones,
amor que dulcifica
los corazones,
niño que te enamoras
todas las flores

a cantarte yo vengo
mi villancico,
un arrorró muy tierno,
suave y quedito,
que te adormezca en sueños
con angelitos”.

( P. Jaime Rodríguez F., SDB)

La Fundación Padre Jaime desea que en nuestros corazones nazca el Niño Jesús en esta Navidad para que nuestro villancico se escuche durante todo el 2012.

Mensaje de la Fundación Regalo de Dios

Nos es grato comunicarles la entrega de un auxilio para ayudar a sufragar los costos de los estudios de Seminaristas Salesianos ejemplares. Esperamos con esto contribuir modestamente a prolongar en el tiempo la memoria de nuestro querido PADRE JAIME, para que haya muchos más que sigan su ejemplo de sacerdote santo y sabio y de maestro, consejero y amigo inigualable.

Presidente y Vicepresidenta Fundación Regalo de Dios

martes, 8 de noviembre de 2011

SE FUÉ AL CIELO

El querido Padre Jaime, el 4 de Noviembre pasado se fue al cielo. La Fundación creada alrededor de su nombre, pensando en cuánta falta hacen muchos sacerdotes con su corazón dulce y generoso, vibrantes por la Eucaristía, sintonizados con los sufrimientos de los enfermos, convencidos hasta la médula de los huesos por Don Bosco, seguirá adelante.

Invitados a la Eucaristía del primer mes, el domingo 4 de Diciembre a las 4 pm en la casa de las Hijas de los Sagrados Corazones, carrera 15 # 45-39 en Bogotá.

domingo, 3 de julio de 2011

Dios quiso que tuviéramos en el sacerdocio .....

El corazón, no es solamente el símbolo del amor. En realidad, en la misma realidad biológica que nosotros somos, el amor tiene que ver con la marcha de nuestra naturaleza humana. Sin amor no podríamos vivir y sin el amor de Dios no podríamos existir. Dios quiso que nosotros tuviéramos en el sacerdocio, una prueba de su amor. Es el amor que siente el enfermo cuando recibe del sacerdote una frase de cariño.  Cuando se siente apoyado por la santísima Eucaristía. Cuando uno tiene que llorar y el sacerdote comparte sus lágrimas, uno siente que Cristo está compartiendo lo que nosotros somos. Cuando dice Jesús,  todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y  aquel a quien  el Padre se lo quiera revelar”, estamos hablando del conocimiento de Dios, pero lo entendemos como un conocimiento de experiencia, sentimos el amor de Dios en nuestra vida.

P. JAIME RODRÍGUEZ F SDB

( Homilía Aniversario 55° de Ordenación Sacerdotal, Santuario Nacional de Nuestra Señora del Carmen, Julio 1° del 2011)

Cuando uno se siente ordenado sacerdote...

Creo que toda vocación sacerdotal solamente puede definirse como un refinamiento del mandato de Cristo: “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”.

En otras palabras, cuando uno se siente ordenado sacerdote, lo experimenté hace cincuenta y cinco años, entonces uno entiende que tiene que ser para cada uno de los que llegarán a su camino sacerdotal, tiene que ser la prueba, el testimonio, la presencia del amor de Dios. Y  así como nos dice el Evangelio, que “nadie conoce al Hijo sino al Padre y nadie conoce al Padre sino el Hijo”, estamos pues ante esa gran verdad que el Apóstol San Juan define: “Dios es amor”.

P. JAIME RODRÍGUEZ SDB

(Homilía Eucaristía 55° Aniversario, Julio 1° del 2011, Santuario Nacional Nuestra Señora del Carmen)

NUEVOS BENEFICIARIOS

Este año, gracias a los donantes, contamos con  siete religiosos salesianos beneficiarios de la Fundación de las Inspectorías de Colombia y Bolivia, quienes se encuentran preparándose para su ordenación sacerdotal, a los que hemos apoyado en sus estudios de teología.

martes, 26 de abril de 2011

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

UNA ORACIÓN POR TI

En este día voy a orar a Dios por ti, Amigo sacerdote.                                  
 A ese Dios al que me has sabido conducir con tu mano   y ahora que te conozco también,    le hablaré de ti diciendo:
Señor te alabo y te bendigo  por tu amor y tu misericordia. 
Por ser mi Padre, mi luz,  mi salvación.     
Te doy gracias especialmente por los hombres a quienes amas primeramente entre toda la creación.                            
 Y en este día quiero hablarte, de un hombre en especial: mi amigo el Sacerdote”.
Señor, él me ha hablado de tu gran amor, de ese amor que no es sólo una palabra, sino también un sentimiento que se ha convertido en su vida   y en su mayor felicidad.
Quiero hablarte de mi amigo Sacerdote, que antes de serlo, era otro como yo:                         un amado que no te amaba,   un amigo que no te hablaba,  un hijo que no te escuchaba,            un hombre que no te sentía.
Pero cuando te empezó a sentir,  a hablar, a amar, se consagró a ti y    te entregó la vida que le habías dado para que hicieras de ella, un instrumento de tu amor.
Señor, hoy te quiero hablar de  mi amigo Sacerdote porque él como yo, también sufre,           se siente a veces solo,  triste, ignorado, árido, débil y frágil. 
Porque en su condición humana también tropieza y cae. Porque en su camino de rosas,     también existen espinas.   
También deseo hablarte de  mi amigo Sacerdote que ríe y canta,   que sueña, que es feliz y hace felices      a los que lo rodean.  Que ama y juega, que ora y habla de ti.
Quiero además, pedirte por él,  para que lo acompañes vivamente   en sus horas más difíciles: en aquellas en que su carga deja  de ser ligera y la cruz  parece irresistiblemente pesada.
Te pido paras que le des fuerzas en su misión evangelizadora, para que ilumines su mente y enciendas su corazón en un amor ferviente, dispuesto siempre a servirte.
Y que sus palabras se conviertan en semilla fecunda, cuyos frutos sean su mayor gozo y símbolo de gratitud, porque en ellos ven reflejadas tus manos y tu amor.
Señor, en este día quiero hablarte  de mi amigo Sacerdote, protégelo y bendícelo siempre       con la gracia de tenerle a mi lado, porque de su mano estamos  recorriendo juntos el camino   que nos llevará a ti.
Gracias Señor, por mi AMIGO SACERDOTE