Apreciado Diácono Yeison Salazar: Dios Nuestro Señor acompañe sus anhelos sacerdotales.
La claridad con que usted los manifiesta en el Boletín Diálogo, deja ver la mano de Dios, Padre amoroso y de su Hijo único y verdadero Sacerdote, que junto con el Espíritu Santo lo acompañen siempre en su ministerio. Doy gracias a Dios Nuestro Señor por su vocación sacerdotal salesiana. Flor de Aguilera, Exalumna FMA, Junta Directiva de la Fundación Padre Jaime, Bogotá, D.C. Colombia.
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