El P. Jaime: Humano muy inteligente, tantos recuerdos...siempre nos ayudó. Cuando teníamos contratiempos y lágrimas en los ojos siempre tenía un kleenex y con una llamada arreglaba todo. Recuerdo las veces que yo fui llorando a su oficina, llena de temor, asustada por la situación que me agobiaba en ese momento...No hay palabras para describir el vacío que dejó no solo en nosotras sino en la comunidad que lo rodeaba, pero sabemos que hemos ganado un ángel en el cielo y con toda seguridad sabemos que cada cosa buena que nos sucede es con su ayuda. Lo queremos mucho sumercé ¿no se imagina cuánto? Es tan difícil describir los sentimientos...son algo que sólo se se siente, ver las fotos del Padre me ha devuelto en el tiempo, este tiempo de Covid dónde andamos tan lentos con tanta incertidumbre y tan desprotegidos, sólo tengo que mirar mirar estás fotografías cerrar los ojos, recordar y sentirme mucho más aliviada, él, el Padre Jaime está con nosotros, no estamos solos. Soraya Rosero, Bogotá, D.C., Exalumna Colegio Salesiano de León XIII.
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