Respetada señora Rosemary: Reciba un cordial y respetuoso saludo. En este tiempo de Adviento que la Iglesia nos concede como camino de esperanza y preparación del corazón, me permito dirigirle estas palabras de profundo agradecimiento. Nos acercamos a la celebración de la Navidad, misterio del Dios que se hace cercano y providente, y también al inicio de un nuevo año, ocasión propicia para reconocer los dones recibidos y renovar los compromisos asumidos con responsabilidad y gratitud.
Pesebre de la capilla de Institución Educativa San Jerónimo Emiliani en Tunja
Desde esta perspectiva, deseo expresarle mi sincero agradecimiento, así como a la Fundación Padre Jaime, por la confianza depositada en mí como beneficiario. Dicha confianza ha sido un apoyo fundamental en mi proceso de formación y un estímulo constante para perseverar con fidelidad en el camino que he emprendido. La relación de confianza entre benefactor y beneficiario es un don que valoro profundamente y que procuro honrar con dedicación, disciplina y compromiso.
Gracias a este acompañamiento, puedo compartir con satisfacción que el proceso de formación correspondiente a la etapa de Magisterio ha culminado con éxito en la ciudad de Tunja. Esta etapa ha sido decisiva no solo en el ámbito pastoral, sino también en el crecimiento humano y espiritual, fortaleciendo las bases para continuar con mayor madurez el camino formativo.
Encomendando a Dios y al Niño que nace en Belén su vida, su labor y la misión que realiza la Fundación Padre Jaime, les deseo una santa y gozosa Navidad, así como un Año Nuevo colmado de salud, paz y abundantes bendiciones. Con sentimientos de estima y gratitud. Hno. Nicolás Álvarez Ramírez. crs, Tunja, Boyacá.

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